Los horoscopos
sin embargo son llamados luminarias.
El horóscopo se suele representar como un círculo dividido en 12 partes y compuesto primero de la división zodiacal.
La segunda de las divisiones se corresponde con las "casas astrológicas", que raramente tienen 30 grados exactos y que dependen del espacio geográfico en el que se calcula el horóscopo. Así, si 2 personas nacen en el mismo momento, pero una en Australia y otra en Inglaterra, sus respectivos horóscopos serán iguales en cuanto a posiciones planetarias, pero muy diferentes en cuanto a las casas astrológicas; y eso determinaría una interpretación astrológica muy diferente en ambos casos.
Las divisiones del círculo por "casas" y por "signos" son independientes, de forma que el comienzo de las "casas" puede coincidir con cualquier posición en la división por "signos".
Los planetas astrológicos se distribuyen por el círculo según su posición en el cielo en el momento en el que se calcula el horóscopo. En ocasiones, están muy agrupados, en otras están más o menos dispersos.
También se suelen representar en el horóscopo los "aspectos", que son una selección de algunas de las distancias angulares entre los planetas y/o puntos sensibles, como podría ser el ascendente. De esta manera, si la posición de Saturno y la del Sol están separados por 120 grados, se diría que forman el aspecto llamado Trígono. Si su separación fuera de 180 grados, formarían un aspecto de Oposición, etc.
Teniendo en cuenta las posibles posiciones de los planetas en las "casas" y los "signos y sus aspectos", se dan muchísimas combinaciones que determinan diferencias en el momento de interpretar astrológicamente un horóscopo.